Los monasterios no son casas de citas, los monasterios son casa de Dios

5 de septiembre de 2025

Mi doloroso testimonio como carmelita descalza.

Mi nombre es Erendira, tengo 12 años de mi ingreso al carmelo descalzo, pido que todos oremos juntos por lo que está pasando dentro de las comunidades y también dentro de la Iglesia. Es horrible lo que he vivido. Son personas que enferman las que están dentro. Nunca pensé vivir esto. He sido constantemente abusada, maltratada y acusada de hacerme la víctima por hablar o de tener comportamientos de niña, cuando las que quieren que nos comportemos como niñas son las superioras y que nos callemos como niñas buenas.

 He estado en dos comunidades. He presentado una denuncia en Roma por abuso de poder por parte de la superiora de la primera comunidad y ahora quiero contar la pesadilla que he vivido durante tres años en la segunda donde ingresé.

 Yo quería seguir siendo carmelita descalza dentro de un monasterio. Pedí mi ingreso a otra comunidad donde pensé no vivir lo mismo que en la primera y ha sido peor. Quisieron que empezara mi formación desde cero, que eso no está en el Código de Derecho Canónico, y así he sido aspirante por tres años, sin contarme el tiempo, justificando que estaba fuera de la comunidad solo me han contado año y medio. Por fin ingresé en el monasterio y fueron horribles los cinco últimos meses, tanto que enfermé al ver lo que estaba pasando. Al final terminaron casi tirándome a la calle.

Tenía temperatura altísima y no me atendieron médicamente. Me propusieron llevarme a un psiquiatra (al que llevan a todas les hermanas) pues decían que estaba loca, cuando lo que estaba era delirando por mi temperatura. Propuse ir a otro médico, pues tengo mi seguro y las hermanas que están atendidas por este psiquiatra las veía como drogadas. Como esta comunidad sabe la denuncia que hice, ellas no querían ser acusadas durante el tiempo que estuve. El trato que recibí de mi maestra fue duro. En una ocasión me dijo una grosería al defender a una chica. Desde que ingresó estuvo enferma, no iba a los rezos de comunidad, hacía lo que quería y la maestra nunca le dijo nada. Para empeorar la situación se encerraban juntas en la biblioteca, se daban masajes por las noches encerradas en sus celdas. Esto me empezó a resultar cada vez más grave. Se involucró a otra hermana en formación. La pasaban juntas y solas casi siempre. Cuando se lo comuniqué a la superiora me creyó, pero no hizo nada al respecto, dando como explicación que se les tiene que dar libertad a las hermanas. ¿Cómo es posible que se tengan relaciones públicas en el monasterio de esta manera? Lo peor fueron los masajes en la noche. No me cabía en la cabeza, no podía creerlo. Aún me cuesta contarlo. Pido que se haga algo para parar estos abusos en las comunidades. Yo amo el carmelo descalzo y a la Iglesia católica. Ayúdenme a difundir esto. Pare ya. Los monasterios no son casas de citas, los monasterios son casa de Dios. Y tampoco para estar borrachas. Esta hermana se emborrachó dos veces en los cinco meses que llevaba en el monasterio.

De verdad me cuesta contar mi testimonio, pero quiero que las cosas cambien en la Iglesia. ¿Cómo es posible que permitamos esto, que nos quedemos callados? Yo solo quería vivir tranquilamente en una comunidad y ahí morir, pero no pude quedarme callada. No pude. Es horrible. Una cosa es soportar el abuso de autoridad y otra es quedarme callada ante relaciones homosexuales en una comunidad. No es la primera vez que pasa. Hay más hermanas que han salido de la comunidad por este motivo. Las que se enganchan con esta hermana y las han tenido que sacar. Y las que no podemos tolerar y decidimos salir, como es mi caso.

Os exhorto a todas a hablar y contar la verdad. Yo enfermé a consecuencia de esto. ¡No! Por favor, levantemos la voz en alto. No sigamos permitiendo que se viole la pobreza, castidad y obediencia dentro de las comunidades de esta manera tan cínica. Tengo treinta años y deseo ser de Jesús, de Dios, consagrar mi vida y ser carmelita. Me duele no poder estar en un monasterio.

Ayúdenme a compartir mi testimonio y que esto llegue a muchas personas.

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Asociación Extramuros
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