Seguimos compartiendo con vosotros las felicitaciones y muestras de cariño que nos llegan desde diversos lugares del mundo.
«Me emociona todo lo que hacéis. Es muy fuerte todo lo que está pasando en la vida consagrada y sin que nadie haga nada. Eres muy valiente, has parado once trenes de una vez».
«Enhorabuena Hortensia por todos los logros que estás consiguiendo desde la asociación. Qué importante es dar voz a lo que sucede en algunos contextos monásticos sin que desde dentro se le pueda dar voz.
Dios te acompaña en cada paso que acerca luz a esta experiencia, para iluminar, acompañar y consolar a otros que sufren abuso».
«¡Qué buen ámbito han creado ustedes o usted Hortensia! Pero hay tantas cosas que compartir. Me refiero específicamente a una expresión que siempre digo «que poco cuida la Iglesia a sus sacerdotes y consagrad@s». Y esto lo he podido advertir en ustedes».
«Bendiciones, gracias por tu apoyo. Gracias por escuchar. No ha sido fácil. Les pedí ayuda y bendito Dios, me proporcionaron a una excelente persona. Estoy muy agradecida también por los testimonios que he leído, no me siento sola».
«Muy interesante la labor de Hortensia. Es muy necesario el acompañamiento en estos casos».
«Gracias por dar visibilidad a esta situación… La fe no debería ser ni un castigo ni una penitencia».
«Gracias por tu testimonio realmente asombroso desde lo oscuro de las experiencias de vida que cuentas hasta los momentos que encuentras claridad y luz. ¡Gracias! Me hizo pensar mucho en la gente que uno quiere y tiene un llamado fuerte de Dios para la vida consagrada. En mi caso, acompañando a jóvenes con retiros y jornadas a través del canto siempre salen estas inquietudes. Y como adulto joven me interesa siempre poder acompañar para que cada uno pueda hacer su experiencia de forma sana. Y tu recorrido me ayuda a pensar en eso con mayor cuidado. Me parece sano y constructivo tu modo y tu tono aun contando cosas tan dolorosas…, tus idas y vueltas con Dios…, tu #candycrush ¡¡que bárbaro!! Esa experiencia de oración y de apego a Dios cuando nada de lo de Dios cierra… ¡¡Sorprendente!!
¡Todo me sirvió, todavía lo sigo procesando y seguramente lo volveré a escuchar! ¡Gracias de verdad! mi oración por vos y que la Virgen Purísima te custodie y bendiga.
¡Saludos desde Argentina! En Córdoba Capital».
«He quedado impresionada con vuestros testimonios, y de ahora en más tendré en mis oraciones estos testimonios tan tristes de la vida en los claustros, para que Dios las proteja y guíe siempre. Cariños y bendiciones».
«Soy sacerdote y me entusiasma muchísimo tu manera de ver la consagración, soy mexicano y ahora veo con tu testimonio Hortensia, que la libertad que da ser Hijo de Dios va más allá de las órdenes establecidas por ideas de personas o incluso institucionales concebidas por un sector pequeño y muchas veces con poca conciencia histórica. Me alegra todo lo que dices, me hace pensar, qué tanto yo también he sufrido abuso de conciencia sin ponerle nombre. Te deseo lo mejor en esta tarea que, sin duda, Dios ha puesto en tu corazón. Porque no podemos mostrar el verdadero amor de Dios si no ayudamos a los que se encuentran en una crisis personal, y más si los tratamos sin el mínimo espíritu cristiano. Te felicito desde el corazón, por esta labor tan noble que hacen. Me inspiraste».